Cuando la medianoche está próxima, un bar solitario es siempre el lugar más propicio para las confidencias. El alcohol desata la lengua y deja correr la memoria, y nunca sabes quién es la… ¿persona?… que tienes delante.
Una historia mágica de amor a pie de andén en la que la fuerza del destino y la irrupción de lo inesperado fuerzan un final imprevisible.
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