Sus citas oníricas se hicieron habituales; aprendieron a conducir sus sueños hacia el sendero de aquel bosque otoñal.
Es difícil explicar un despertar, ya sabéis lo extraños que son. La mayoría de las veces nada parece tener sentido.
Una fábula tejida con los hilos del realismo mágico, ambientada en la España en blanco y negro de principios de los años sesenta.
© 2025 El Peregrino de Casiopea — Funciona gracias a WordPress
Tema realizado por Anders Noren — Ir arriba ↑